martes, 3 de abril de 2012

CL 8
Correctores de estilo
Camilo Ayala y Alejandro Zenker, brindan una explicación de la función que desempeña el corrector de estilo en el texto Correctores de estilo. Con una introducción de la historia de un corrector los autores citan un ejemplo de la difícil tarea que hace un corrector de estilo, quien tendrá una relación con el autor, en cuanto a detectar errores ortográficos y de la estructura del texto.
Es el editor el que contacta al corrector, y este puede establecer una relación con el diseñador, en cuanto a la creación visual y el concepto, así como la creación del material.
La corrección de estilo consiste en arreglar las erratas, con el objetivo de apoyar la legibilidad y lectura de un texto, más no a cambiar su contenido.
Existen tres tipos de correctores:
·         Corrector de estilo
·         Corrector de pruebas
·         Cuidado editorial
Cada uno desempeña su función en las diferentes etapas de la creación del libro. El corrector de estilo por ejemplo hace lo siguiente:
*        Revisa el manuscrito dando una primera lectura.
*        Otorga uniformidad al texto, de manera sintáctica y temporal.
*        Además le da certidumbre, es decir coteja los datos, notas, bibliografía o cualquier información que puede verificarse.
*        Vigila que el texto cumpla con los lineamientos de acuerdo al manual de estilo que maneje la editorial.
*        Da una lectura a profundidad.
*        Su principal objetivo es dar claridad a un texto.
El cuidado editorial hace:
         Ä         Cuidar la obra.
         Ä         Edición, diseño, corrección, producción (impresión y encuadernación), son los aspectos cuidados en este tipo de corrección.
Un corrector de estilo, escriben los autores, debe ser metódico, y estar consciente que su trabajo es anónimo, y que si hay fallas será recriminado, pero si no existen tales, tampoco será recompensado, su trabajo es similar al del editor en cuanto al anonimato.
También debe ser un gran lector y con una amplia cultura para que no escape de su revisión ningún error, y por tanto deber estar siempre actualizado, sobre varios temas y acerca de la ortografía, para tener presente las reglas gramaticales.
Las herramientas de un corrector de estilo son básicamente los diccionarios, incluyendo los de uso y especializados, los manuales de estilo, así como recursos digitales.
El problema con el corrector de estilo es que se trata de un oficio mal remunerado, y su anonimato, “será redactor, un autor negro”, pese a ellos, los autores proponen que se profesionalice esta labor, así como todas aquellas que intervienen en la creación de un libro.
Bibliografía:
Ayala Ochoa Camilo, Alejandro Zenker, Correctores de estilo, Revista “QuehacerEditorial”, num.8. pp.27.

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